Identidad y Cultura de Ollagüe
Identidad y Cultura de Ollagüe: Tradiciones y Ritos del Altiplano
La identidad y cultura de Ollagüe representan un legado único en el altiplano chileno. Este territorio, habitado principalmente por comunidades quechuas, conserva tradiciones profundamente arraigadas que reflejan la riqueza de su historia y su conexión con las prácticas ancestrales y coloniales. Ollagüe se destaca por sus festividades religiosas, como la Fiesta de San Antonio de Padua y la Virgen de Andacollo de Coska, que combinan el catolicismo andino con elementos prehispánicos.
Fiesta de San Antonio de Padua: El Santo Patrono de Ollagüe
Una de las manifestaciones culturales más significativas de Ollagüe es la Fiesta de San Antonio de Padua, celebrada del 12 al 15 de junio. Esta festividad reúne tanto a los habitantes de la comuna como a los migrantes que retornan especialmente para participar en este evento.
Las actividades comienzan el 12 de junio con el sacrificio ritual de dos llamas, una ofrecida por el Alferezado y otra por el Mayordomo, quienes son los encargados de organizar la festividad. Ese mismo día, se realiza la Entrada de Ceras, un ritual donde la imagen del santo es llevada en procesión hasta la iglesia.
El 13 de junio, día del Alferado, inicia con una chocolatada para los niños, seguida de la tradicional «mesa de 11», donde los asistentes reciben dulces y golosinas. Posteriormente, se celebra una misa y una procesión por las calles del pueblo. Estas actividades se repiten el 14 de junio, día del Mayordomo.
El último día, 15 de junio, marca el cierre de la festividad con la entrega oficial de los santos a los nuevos pasantes, quienes deberán velar al santo y ofrecer misas a lo largo del año. Durante todos los días de la fiesta, las actividades religiosas se combinan con bailes populares al ritmo de bandas bolivianas y de comunidades vecinas como Caspana.
Virgen de Andacollo de Coska: Tradición y Espiritualidad
Otra festividad relevante es la de la Virgen de Andacollo de Coska, conocida también como Virgen del Rosario de Coska, que se celebra en el poblado ritual de Coska, cercano a Ollagüe, el 25 de diciembre. Esta festividad combina el catolicismo andino con prácticas ancestrales prehispánicas.
La celebración se organiza en torno a cuatro pasantías:
- Alferezado de la Virgen de Andacollo.
- Mayordomía de una segunda Virgen de Andacollo.
- Pasante de la Otava.
- Pasante llamero.
El orden de estas pasantías refleja la jerarquía de la festividad. El día 24 de diciembre se realizan pagos a la tierra y a las divinidades, dirigidos por un Auki (anciano o sabio en quechua). El 25 de diciembre se sacrifican cuatro llamas blancas, machos, una por cada patrocinador. Posteriormente, se lleva a cabo una misa de campaña, seguida de una procesión alrededor del pueblo.
El 26 de diciembre, día del Alferado Mayor, incluye un almuerzo comunitario, seguido de una procesión y un baile nocturno. Estas actividades se replican el 27 de diciembre, día del Mayordomo. El 28 de diciembre, en el Día del Pasante de la Otava y del Baile Llamero, destacan los bailes religiosos promesantes, entre ellos los Llameritos, Gitanos, Negros Tundiques, Caporales, Tobas y Morenada.
El último día también se realiza la contabilidad de los gastos y la entrega de la responsabilidad a los nuevos patrocinantes para el próximo año.
Un Patrimonio Vivo
La identidad y cultura de Ollagüe son un ejemplo vivo de cómo las comunidades andinas han preservado sus tradiciones frente a los cambios sociales y culturales. Sus festividades religiosas, ricas en simbolismo y espiritualidad, no solo refuerzan los lazos comunitarios, sino que también sirven como una expresión de resistencia cultural.
Identidad y Cultura de Ollagüe

Identidad y Cultura de Ollagüe: Tradiciones y Ritos del Altiplano
La identidad y cultura de Ollagüe representan un legado único en el altiplano chileno. Este territorio, habitado principalmente por comunidades quechuas, conserva tradiciones profundamente arraigadas que reflejan la riqueza de su historia y su conexión con las prácticas ancestrales y coloniales. Ollagüe se destaca por sus festividades religiosas, como la Fiesta de San Antonio de Padua y la Virgen de Andacollo de Coska, que combinan el catolicismo andino con elementos prehispánicos.
Fiesta de San Antonio de Padua: El Santo Patrono de Ollagüe
Una de las manifestaciones culturales más significativas de Ollagüe es la Fiesta de San Antonio de Padua, celebrada del 12 al 15 de junio. Esta festividad reúne tanto a los habitantes de la comuna como a los migrantes que retornan especialmente para participar en este evento.
Las actividades comienzan el 12 de junio con el sacrificio ritual de dos llamas, una ofrecida por el Alferezado y otra por el Mayordomo, quienes son los encargados de organizar la festividad. Ese mismo día, se realiza la Entrada de Ceras, un ritual donde la imagen del santo es llevada en procesión hasta la iglesia.
El 13 de junio, día del Alferado, inicia con una chocolatada para los niños, seguida de la tradicional «mesa de 11», donde los asistentes reciben dulces y golosinas. Posteriormente, se celebra una misa y una procesión por las calles del pueblo. Estas actividades se repiten el 14 de junio, día del Mayordomo.
El último día, 15 de junio, marca el cierre de la festividad con la entrega oficial de los santos a los nuevos pasantes, quienes deberán velar al santo y ofrecer misas a lo largo del año. Durante todos los días de la fiesta, las actividades religiosas se combinan con bailes populares al ritmo de bandas bolivianas y de comunidades vecinas como Caspana.
Virgen de Andacollo de Coska: Tradición y Espiritualidad
Otra festividad relevante es la de la Virgen de Andacollo de Coska, conocida también como Virgen del Rosario de Coska, que se celebra en el poblado ritual de Coska, cercano a Ollagüe, el 25 de diciembre. Esta festividad combina el catolicismo andino con prácticas ancestrales prehispánicas.
La celebración se organiza en torno a cuatro pasantías:
- Alferezado de la Virgen de Andacollo.
- Mayordomía de una segunda Virgen de Andacollo.
- Pasante de la Otava.
- Pasante llamero.
El orden de estas pasantías refleja la jerarquía de la festividad. El día 24 de diciembre se realizan pagos a la tierra y a las divinidades, dirigidos por un Auki (anciano o sabio en quechua). El 25 de diciembre se sacrifican cuatro llamas blancas, machos, una por cada patrocinador. Posteriormente, se lleva a cabo una misa de campaña, seguida de una procesión alrededor del pueblo.
El 26 de diciembre, día del Alferado Mayor, incluye un almuerzo comunitario, seguido de una procesión y un baile nocturno. Estas actividades se replican el 27 de diciembre, día del Mayordomo. El 28 de diciembre, en el Día del Pasante de la Otava y del Baile Llamero, destacan los bailes religiosos promesantes, entre ellos los Llameritos, Gitanos, Negros Tundiques, Caporales, Tobas y Morenada.
El último día también se realiza la contabilidad de los gastos y la entrega de la responsabilidad a los nuevos patrocinantes para el próximo año.
Un Patrimonio Vivo
La identidad y cultura de Ollagüe son un ejemplo vivo de cómo las comunidades andinas han preservado sus tradiciones frente a los cambios sociales y culturales. Sus festividades religiosas, ricas en simbolismo y espiritualidad, no solo refuerzan los lazos comunitarios, sino que también sirven como una expresión de resistencia cultural.