Skip to main content

Cosmovisión

La cosmovisión atacameña a partir de la complejidad alcanzada como Cultura incorporó variables ligadas a la tierra (pacha-mama) y a las actividades relacionadas con esta en un contexto del tratamiento del agua, los animales, los ciclos agrícolas, la Comunidad, los mallkus protectores, otorgándole a cada expresión de su territorio un concepto de divinidad, lo que se resumía en el concepto del ayllu, unidad económica, social y de linaje que se encargaba de reproducir esta cosmovisión.

Este modelo endógeno se incorporan posteriormente los valores de la “Cultura ajena” y de la “Cultura apropiada” (Bonfil Batalla, 1982; Muñoz, Bernardo y Durston, John, CEPAL, 1995). Esto mismo se entiende como Practicas autóctonas y Practicas sincréticas en el análisis realizado en el Plan Maestro del Área de Desarrollo Indígena del Alto El Loa y que se expresan en la práctica actualmente en los floreos de animales, en los Carnavales, Rogativas a los Cerros, Pagos a la Madre Tierra, sacrificios rituales de animales, en la limpieza de canales como un rito en relación al agua, en los techamientos comunitarios de las nuevas unidades familiares y en los importantes conceptos prehispánicos de reciprocidad y complementariedad, generando sus propias categorías de relación con el mundo que los ha rodeado.

Un carácter sincrético rodea su accionar como comunidades actualmente el cual presenta una importancia no menor en relación a los relictos culturales prehispánicos, en el cual se incorporan ambos mundos simbólicos, tales como las fiestas patronales, día de los muertos o fiestas de las mesas, día de todos los santos, fiestas de las vírgenes de cada comunidad(pacha-mama), sincretismo no solo aceptado actualmente no solo por la Comunidad, sino que por la Iglesia Católica e incluso la política pública, que observa con interés estos fenómenos sociológicos y antropológicos y que finalmente genera su actual identidad, de por si cambiante y dinámica.

Estas expresiones culturales se han visto refrendadas por una gastronomía ritual que acompaña este devenir comunitario, tales como la pataska, la pisangalla, el uso de la hoja de coca, el locro, y el uso de bebidas rituales tales como la aloja, la chicha y diversos elementos importados de su relación con el oriente boliviano, la que aún tiene prevalencia en su cotidiano.

Cosmovisión

La cosmovisión atacameña a partir de la complejidad alcanzada como Cultura incorporó variables ligadas a la tierra (pacha-mama) y a las actividades relacionadas con esta en un contexto del tratamiento del agua, los animales, los ciclos agrícolas, la Comunidad, los mallkus protectores, otorgándole a cada expresión de su territorio un concepto de divinidad, lo que se resumía en el concepto del ayllu, unidad económica, social y de linaje que se encargaba de reproducir esta cosmovisión.

Este modelo endógeno se incorporan posteriormente los valores de la “Cultura ajena” y de la “Cultura apropiada” (Bonfil Batalla, 1982; Muñoz, Bernardo y Durston, John, CEPAL, 1995). Esto mismo se entiende como Practicas autóctonas y Practicas sincréticas en el análisis realizado en el Plan Maestro del Área de Desarrollo Indígena del Alto El Loa y que se expresan en la práctica actualmente en los floreos de animales, en los Carnavales, Rogativas a los Cerros, Pagos a la Madre Tierra, sacrificios rituales de animales, en la limpieza de canales como un rito en relación al agua, en los techamientos comunitarios de las nuevas unidades familiares y en los importantes conceptos prehispánicos de reciprocidad y complementariedad, generando sus propias categorías de relación con el mundo que los ha rodeado.

Un carácter sincrético rodea su accionar como comunidades actualmente el cual presenta una importancia no menor en relación a los relictos culturales prehispánicos, en el cual se incorporan ambos mundos simbólicos, tales como las fiestas patronales, día de los muertos o fiestas de las mesas, día de todos los santos, fiestas de las vírgenes de cada comunidad(pacha-mama), sincretismo no solo aceptado actualmente no solo por la Comunidad, sino que por la Iglesia Católica e incluso la política pública, que observa con interés estos fenómenos sociológicos y antropológicos y que finalmente genera su actual identidad, de por si cambiante y dinámica.

Estas expresiones culturales se han visto refrendadas por una gastronomía ritual que acompaña este devenir comunitario, tales como la pataska, la pisangalla, el uso de la hoja de coca, el locro, y el uso de bebidas rituales tales como la aloja, la chicha y diversos elementos importados de su relación con el oriente boliviano, la que aún tiene prevalencia en su cotidiano.